09 noviembre 2006

Mitos y realidades sobre Israel

MITOS Y REALIDADES SOBRE ISRAEL

INTRODUCCIÓN

Desde antes de su creación en 1948, el Estado de Israel ha tenido que enfrentar un sinfín de conflictos en diferentes frentes, pero tal vez es en la guerra de la información, donde ha tenido que librar sus más fieras batallas.
En los últimos años, a nivel mundial se ha orquestado una campaña propagandística tendiente a desacreditar la existencia de Israel y del sionismo, el movimiento de liberación nacional del pueblo judío.
Se crearon realidades alternas mediante el uso de conceptos novedosos que en forma tendenciosa desvirtúan los parámetros históricos y políticos del conflicto palestino-israelí.
Debido a que estos mitos han sido reproducidos a través de los medios masivos de comunicación, una gran parte de la opinión pública internacional, que no conoce de cerca los hechos como han sucedido, acepta las consignas antiisraelíes con una actitud poco crítica.
La historia ha demostrado que las verdades a medias sólo logran obstaculizar el diálogo e impedir que se produzca un verdadero proceso de razonamiento acerca de las raíces y el desarrollo de los conflictos en el mundo.
El presente documento tiene como propósito fundamental desenmascarar algunos de los más comunes prejuicios y mitos sobre el Estado de Israel de tal forma que se puedan entender con más claridad las raíces del conflicto en el Medio Oriente.

I. EL DERECHO DE LOS JUDÍOS SOBRE EL ESTADO DE ISRAEL

MITO:
PALESTINA SIEMPRE PERTENECIÓ A LOS ÁRABES.

REALIDAD:
LOS JUDÍOS FUERON LOS PRIMEROS EN ESTABLECER UN ESTADO SOBERANO EN ESA ZONA, FUNDARON LA CIUDAD DE JERUSALEM Y DESDE ENTONCES HAN MANTENIDO UNA PRESENCIA CONTINUA.

Durante las últimas décadas el término "Palestina" se ha manejado en función de intereses políticos a menudo contrapuestos, omitiendo los antecedentes históricos que permiten esclarecer su significado. Este término ha sido comúnmente utilizado para calificar la región en tiempos de la historia cuando no existían conceptos de Estado y nación.
"Canaán" fue el nombre con el que se conoció a la tierra que posteriormente fue denominada Palestina. Los cananitas formaron pequeñas ciudades, cada una en épocas diferentes y a veces gobernadas por un gobernante egipcio o hitita sin lograr nunca la formación de un solo Estado. Al finalizar el éxodo de Egipto durante el siglo XIII a.e.c, los israelitas se asentaron en la tierra de Canaán donde formaron primero una confederación, después los reinos de Israel y Judá y, posteriormente, el reino de Judea.
El nombre Palestina no aparece en la Biblia ni en el Nuevo Testamento. La adopción oficial del término Palestina para designar los territorios del antiguo principado de Judea, data del periodo posterior a la rebelión judía de Bar Kojba (135 e.c.), cuando el emperador romano Adriano intentó eliminar todo vestigio de la civilización hebrea.
Jerusalem fue asolada, su nombre fue cambiado por el de Aelia Capitolina y se designó al país como Palestina. Algunos judíos fueron forzados a abandonar la zona, no obstante, siempre hubo comunidades judías en Tierra Santa aunque su tamaño y condiciones variaron en gran medida.
Después de la conquista romana de Judea, este territorio se convirtió en una provincia del Imperio Romano pagano y posteriormente del Imperio Bizantino Cristiano. En el año 638 e.c, un califa árabe arrebató Palestina de las manos del Imperio Bizantino integrándola al dominio árabe. Fue durante ese tiempo que parte de la población asentada en esta región se convirtió al islam y adoptó el idioma árabe. Estos pobladores eran gobernados por el califa Omar que se encontraba en la capital, la cual primero estuvo situada en Damasco y luego en Bagdad. Sin embargo, esos habitantes nunca llegaron a convertirse en una nación o Estado independiente.
En el año de 1099, los Cruzados Cristianos provenientes de Europa conquistaron Palestina. La región permaneció como puesto militar de la Europa cristiana, durando menos de 100 años. Posteriormente, Palestina fue anexada a Siria como provincia sujeta primero a los Mamelucos y, finalmente, bajo el dominio de los turco-otomanos, cuya capital se encontraba en Estambul. Los turco-otomanos fueron despojados de Palestina por parte de los ingleses tras la Primera Guerra Mundial.
A partir de la ocupación británica de 1917 y el subsiguiente establecimiento de un mandato territorial sobre las zonas dominadas, Palestina fue el nombre oficial de un territorio preciso por primera vez desde la Edad Media. Esta designación no era aceptable ni para los judíos ni para los árabes. Para los primeros el término evocaba la iniciativa romana de ocultar y destruir los lazos de unión entre los judíos y la tierra de la que habían sido expulsados hacía casi dos milenios.
Para los musulmanes, el término era extranjerizante; no existía en su concepción histórica ninguna referencia a Palestina.
Hasta 1918 el término "palestino" no fue usado en referencia a ninguna población específica. Esta denominación surgió en 1922 con la creación del Reino de Transjordania que ocupó 74% del territorio que los británicos designaron como Palestina con el objeto de diferenciar entre las poblaciones de ambas márgenes del río Jordán. "Palestino" se refería, por lo tanto, a los judíos y a los árabes que habitaban el 26% del territorio restante. La identidad de la población árabe de ambas riberas del Jordán hasta ese momento se derivaba de su pertenencia al islam o a la Gran Siria (unidad territorial que cubría las áreas de lo que hoy es Siria, parte de Arabia Saudita, Irak, Líbano, Israel y Jordania).
La aparición de una identidad palestina específica es producto de las últimas décadas del siglo XX. La identidad nacional palestina se ha ido consolidando a lo largo de los años a raíz del rechazo de los países árabes circundantes a asimilarlos dentro de sus sociedades y por la dinámica gestada a raíz de la presencia israelí en Gaza y Cisjordania desde 1967.

MITO:
LOS JUDÍOS NO TIENEN DERECHO SOBRE LA TIERRA DE ISRAEL.

REALIDAD:
POR 2000 AÑOS EL PUEBLO JUDÍO HA SIDO EL ÚNICO EN MANTENER UN VÍNCULO FÍSICO, ESPIRITUAL Y POLÍTICO CON LA TIERRA DE ISRAEL.

Erróneamente se tiene la percepción de que las generaciones judías expulsadas después de la destrucción del Segundo Templo de Jerusalem volvieron a Israel luego de 1,800 años para demandar la devolución del territorio perdido. En realidad, siempre ha habido presencia judía en esa tierra por lo que se han mantenido lazos históricos con ella por más de 3,700 años.
A pesar del exilio provocado por la destrucción del Segundo Templo en 70 e.c., grandes comunidades judías permanecieron en Jerusalem, Tiberias, Rafah, Gaza, Ashkelon, Jaffa y Caesarea. En 1870, surgió el Movimiento Sionista de reconstrucción nacional que culminó en el establecimiento del Estado de Israel.
La Tierra de Israel, por estar ubicada en el empalme de tres continentes, tuvo siempre importancia estratégica: quien la dominaba ejercía el control sobre las rutas comerciales entre Oriente y Occidente.
Con el surgimiento del cristianismo y el islam como potencias mundiales, sucesivas olas de conquistadores comenzaron a declarar derechos en nombre de credos o naciones a los que representaban. Aunque algunos de estos elementos extranjeros dominaron la Tierra de Israel por varios siglos, ninguno de ellos la consideró el centro de su existencia nacional y espiritual, ni fundaron territorios independientes.
Mientras tanto, los judíos continuaban con sus esfuerzos para concretar la construcción de un Estado nacional soberano. Las comunidades de la diáspora realizaron numerosas migraciones masivas. Entre 1191 y 1198 judíos de África del Norte emigraron a Israel. En el siglo XV y como consecuencia de las vejaciones que sufrieron los judíos durante la Inquisición, se registraron nuevas olas de inmigrantes provenientes de España. Otros, escapando de los pogroms de Ucrania, arribaron a mediados del siglo XVII. Durante el siglo XVIII, miles de judíos jasídicos llegaron de Europa Oriental. Sin embargo, las olas migratorias más importantes fueron en los siglos XIX y XX como resultado de la conformación del Movimiento Sionista.
El "certificado de nacimiento" del Estado de Israel se justifica internacionalmente por los siguientes factores: el establecimiento continuo de comunidades judías en esa área, la Declaración Balfour de 1917, el reconocimiento de la Liga de la Naciones, el Plan de Partición de las Naciones Unidas de 1947, la admisión de Israel a ese organismo internacional en 1949, el reconocimiento otorgado por la mayoría de los Estados miembros, y la existencia de una sociedad dinámica y nacionalista que impulsó la creación de un Estado.

MITO:
LOS JUDÍOS USURPARON LAS TIERRAS DE LOS ÁRABES.

REALIDAD:
LOS JUDÍOS COMPRARON LAS TIERRAS A TERRATENIENTES QUE NO VIVÍAN EN LA ZONA.

Al término de la Primera Guerra Mundial, gran parte del territorio palestino era propiedad de terratenientes árabes que vivían en El Cairo, Damasco y Beirut. Aproximadamente el 80% de los árabes que habitaban en Palestina eran campesinos, semi-nómadas y beduinos. Los judíos que llegaron a la zona se establecieron en tierras no cultivadas, pantanosas y despobladas adquiridas de terratenientes árabes que no vivían en la zona.
En 1936, una guerrilla dirigida por el comandante sirio Fawsi al Qawukji, penetró en territorio habitado por los judíos y asesinó a 89 colonos. Tras la revuelta, el gobierno británico nombró una Comisión Real bajo la dirección de Lord Peel con el fin de investigar los hechos ocurridos y así determinar la veracidad de las acusaciones de robo de tierras emitidas por los árabes.
El reporte de la Comisión Peel finalmente estipuló que las quejas territoriales impuestas a los pobladores judíos carecían de fundamento. Concluyó que la presencia de judíos en Palestina durante el Mandato Británico había elevado los estándares de vida y ampliado las oportunidades laborales para la población de origen árabe.
Durante 1938, como consecuencia de las revueltas árabes en Palestina, muchos terratenientes ansiosos por huir decidieron vender sus tierras -cuya calidad de cultivo era mala- a precios exorbitantes. En 1947, los judíos poseían aproximadamente 463,000 acres del territorio de Palestina, de las cuales 45,000 les fueron vendidas por las autoridades del Mandato Británico, 30,000 por algunas iglesias y 387,500 fueron compradas a los árabes. Estudios realizados sobre la adquisición de tierras entre 1880 y 1948 muestran que el 73% de las tierras compradas a los árabes pertenecían a grandes terratenientes y no a pequeños campesinos.

II. EL ESTADO DE ISRAEL

MITO:
ISRAEL ES UN ESTADO EXPANSIONISTA.

REALIDAD:
A DIFERENCIA DE LO QUE OCURRE EN LA MAYORÍA DE LOS CONFLICTOS BÉLICOS DONDE SE GANAN Y ANEXAN TERRITORIOS, ISRAEL HA DEVUELTO EN NUMEROSAS OCASIONES, TERRITORIOS OCUPADOS EN GUERRAS DE LEGÍTIMA DEFENSA.

Las fronteras del Estado de Israel fueron establecidas tras la adopción del Plan de Partición de las Naciones Unidas de 1947. Poco después, los países árabes invadieron territorio israelí varias veces, provocando sangrientas guerras que buscaban su exterminio. Como resultado de éstas, Israel capturó ciertos territorios, gran parte de los cuales han sido devueltos a cambio de acuerdos de paz:
En 1957, Israel se retiró de la Franja de Gaza y la Península del Sinaí, capturados durante la guerra de 1956 tras la nacionalización y el bloqueo ilegal de la navegación israelí al Canal de Suez.
En 1974 Israel devolvió a Siria territorio que había sido capturado durante las guerras de 1967 y 1973.
En 1979, a partir de las negociaciones de paz con Egipto, Israel cedió los territorios del Sinaí capturados en la guerra de 1967, los cuales por su dimensión representan tres veces el territorio de Israel.
Desde 1983 Israel comenzó a liberar territorio libanés previamente capturado. En 1985 abandonó casi todo el territorio, exceptuando la frontera sur con Israel. Esta jurisdicción fue cedida unilateralmente en el 2000.
Tras la firma de los tratados de paz con Jordania y la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Israel cedió gran parte del territorio de la Margen Occidental capturado en la guerra de 1967. Una sección fue devuelta a Jordania y el resto quedó bajo administración palestina. Asimismo, en 1994 Israel se retiró parcialmente de la Franja de Gaza, capturada en la guerra de 1973 y la entregó a los palestinos.
La voluntad israelí por ceder concesiones territoriales a cambio de seguridad, demuestra que el objetivo de Israel es la paz, no la expansión.

MITO:
SIONISMO = RACISMO.

REALIDAD:
EL SIONISMO ES EL MOVIMIENTO DE LIBERACIÓN NACIONAL DEL PUEBLO JUDÍO.

El 10 de noviembre de 1975, en la Tercera Comisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, se aprobó con 67 votos a favor la Resolución 3379, propuesta por Cuba y Kuwait, la cual declaraba que "El sionismo es una forma de racismo y discriminación racial…(y) una amenaza para la paz y seguridad mundiales". Esa Resolución fue producto de un esfuerzo dirigido por la coalición de los Estados árabes y el bloque socialista para deslegitimar a Israel.
A pesar de que la resolución 3379 fue revocada en 1991 tras la histórica Conferencia de Madrid en la que israelíes y palestinos por primera vez se sentaron a negociar la paz, hay quienes consideran que los judíos no tienen derecho a la autodeterminación y que por lo tanto el Estado de Israel tiene que desaparecer.
Existe una diferencia importante entre nacionalismo y racismo: nacionalismo es la creencia de que todas las naciones tienen derecho a regirse a sí mismas y racismo es la creencia de que una raza es superior a otras. El sionismo no es diferente a ninguna otra ideología nacionalista ya que demanda que los judíos, como cualquier otro pueblo, tengan su propio Estado. De hecho, sería racismo sugerir que lo que es aceptable para otros (autodeterminación nacional), no lo sea para los judíos. Si se arguye que el sionismo es racismo, entonces se infiere que todos los movimientos nacionalistas deben ser racistas.
Dentro de Israel existen ciudadanos tanto judíos, como musulmanes y cristianos. Los ciudadanos judíos provienen de diferentes partes del mundo -Europa, América, Asia y África-, por lo que se ha creado una sociedad multicultural y multiétnica. Israel ha luchado por crear una sociedad tendiente a implementar los más altos ideales humanitarios para todos sus habitantes, sin tomar en cuenta su religión, raza o sexo. Los árabes que habitan en Israel tienen todos los derechos civiles frente a la ley y comparten el progreso y la prosperidad generada a partir de 1948.
El antisionismo es frecuentemente antisemitismo disfrazado. Al responder a un estudiante que atacaba al sionismo, Martin Luther King dijo: "Cuando la gente critica a los sionistas, se refiere a los judíos y está siendo antisemita". A través de fuertes campañas propagandísticas, los antisionistas han logrado que el sionismo sea visto negativamente y que se asocie con la discriminación, el autoritarismo, el Apartheid y los regímenes autoritarios.
La acusación perniciosa de que el sionismo es racismo reapareció en agosto del 2001 en la Conferencia Mundial en contra del Racismo, organizada por la ONU en Durban, Sudáfrica. La Cumbre fue "secuestrada" por ciertos países que buscaron ignorar los problemas reales del racismo en la actualidad y en su lugar atacaron a Israel. Esta conferencia se convirtió en un foro de declaraciones antisemitas y antisionistas que no se habían escuchado desde los días de la Resolución 3379. En protesta, Israel y los Estados Unidos se retiraron de la conferencia. El rabino Michael Melchior viceministro de Relaciones Exteriores de Israel, quien fungió como representante de su gobierno en la Conferencia, comentó: "¿Acaso existe mayor ironía que el hecho de que en una conferencia convocada para combatir el racismo surja la declaración más racista de un importante organismo internacional desde la Segunda Guerra Mundial?".

MITO:
ISRAEL ES UN ESTADO DISCRIMINATORIO.

REALIDAD:
ISRAEL ES UN ESTADO INTEGRADO POR UNA SOCIEDAD PLURAL, DIVERSA Y DEMOCRÁTICA.

Dentro de la población israelí de 6.4 millones, alrededor de 1.2 millones – el 19% - no son judíos. Todos los ciudadanos del país, incluyendo a esta numerosa minoría, cuentan con los mismos derechos, libertades y oportunidades. De acuerdo a su Declaración de Independencia de mayo de 1948, el Estado de Israel está basado en los principios de libertad, justicia y paz, asegurando la completa igualdad de derechos políticos y sociales de todos sus habitantes sin que exista diferencia alguna por credo, raza o sexo. Además, garantiza la libertad de culto, conciencia, idioma, educación y cultura.
De la Declaración de Independencia del Estado de Israel emanan los dos principios básicos del sistema constitucional del país: Israel es un Estado democrático y judío.
Israel cumple claramente con todas las condiciones importantes de las democracias:
Un marco garantizado de igualdad de derechos civiles, incluyendo el acceso a la justicia, la libertad de expresión, reunión y asociación así como de derechos políticos, económicos y sociales que permiten a todos los ciudadanos el ejercicio pleno de sus libertades. Todos los ciudadanos de Israel, independientemente de su religión y etnia, son iguales ante la ley.
Instituciones de representación y responsabilidad, incluyendo elecciones y procedimientos libres y justos que aseguran la responsabilidad constante de los servidores públicos ante los ciudadanos. Israel no sólo celebra regularmente elecciones libres en las que todos los ciudadanos, sin distinción, pueden votar, sino que los servidores públicos son también responsables de sus actos ante la ley.
Una sociedad civil en la que participan medios de comunicación y asociaciones civiles libres y plurales así como procesos consultivos y otros foros que aseguran la participación popular en el proceso político. La sociedad israelí está caracterizada por una abundante cantidad de organizaciones no gubernamentales y grupos de presión política que operan de manera abierta aún cuando sus opiniones sean contrarias a las del gobierno. Además, la prensa libre y abierta asegura la responsabilidad pública.
De todos los países en el Medio Oriente, únicamente Israel muestra un compromiso consistente con la democracia. Sólo allí existe una prensa abierta y libre, elecciones justas, libertad de expresión, reunión y asociación, e igualdad de derechos para todos los ciudadanos.

III. ISRAEL EN EL MEDIO ORIENTE

MITO:
ISRAEL OCASIONA INESTABILIDAD EN EL MEDIO ORIENTE.

REALIDAD:
LA INESTABILIDAD EN MEDIO ORIENTE ES CAUSADA POR LA FALTA DE DEMOCRACIA DE LOS PAÍSES ÁRABES.

En 1970, Jordania decidió expulsar a los palestinos de su territorio debido a los conflictos internos que estaban generando. En septiembre de ese año miles de palestinos fueron victimados y desterrados, sin que un solo país árabe protestara.
En 1975 estalla la guerra civil en Líbano entre musulmanes, palestinos y cristianos, misma que hasta su fin en 1990 ocasionó una fuerte devastación en todos los ámbitos del país.
La invasión de Siria sobre territorio libanés en 1976 continúa hasta la fecha.
La revolución islámica en Irán de 1979 marcó un retroceso de décadas para la sociedad iraní.
La guerra entre Irán e Irak de 1980 a 1988 ocasionó más de un millón de muertos.
La utilización de armas de destrucción masiva por parte del gobierno iraquí en contra de sus habitantes de origen kurdo en 1988.
La continua violencia interna entre seculares e islámicos en Egipto intensificada en la década de los noventa.
La invasión iraquí a Kuwait en 1991 y la subsecuente guerra conocida como "Tormenta del Desierto".
El Medio Oriente es una región inestable debido a una profunda división religiosa, al legado del imperialismo y a la presencia de una serie de regímenes autoritarios que no han logrado distribuir su inmensa riqueza petrolera.

IV. LOS CIUDADANOS ÁRABES EN ISRAEL

MITO:
ISRAEL TRATA A LOS ÁRABES COMO LOS NEGROS FUERON TRATADOS EN SUDÁFRICA DURANTE EL APARTHEID.

REALIDAD:
MIENTRAS LOS ÁRABES EN ISRAEL GOZAN DE PLENITUD DE DERECHOS, SUS HERMANOS EN LOS PAÍSES ÁRABES VEN LIMITADAS SUS GARANTÍAS INDIVIDUALES.

Los árabes israelíes gozan de derechos electorales, representación en el Parlamento, libertad de residencia y trabajo en cualquier lugar del país y acceso a todos los niveles de educación, garantías que a los negros en Sudáfrica les eran negadas.
La situación en los territorios es diferente. Los palestinos de los territorios no son ciudadanos de Israel, razón por la cual no participan en las elecciones. Como consecuencia de los continuos ataques terroristas, en Cisjordania y Gaza se han impuesto algunas restricciones, especialmente en cuanto al desplazamiento.
Los palestinos que trabajan en Israel siempre han gozado de la misma protección legal que los demás trabajadores. Reciben pagos y beneficios similares a los de los trabajadores judíos y árabes israelíes. Los palestinos también acuden a escuelas y universidades. Bajo el Apartheid, la población de color negro no gozaba de ninguno de estos derechos, lo que demuestra que las comparaciones entre Israel y Sudáfrica son ridículas.

V. EL PROBLEMA ISRAELÍ-PALESTINO

MITO:
EN 1948, ISRAEL EXPULSÓ SISTEMÁTICAMENTE A CIUDADANOS PALESTINOS.

REALIDAD:
LOS PALESTINOS SALIERON DE LO QUE SERÍA EL ESTADO DE ISRAEL PARA FACILITAR LA ENTRADA DE LOS EJÉRCITOS AGRESORES DE SEIS PAÍSES ÁRABES.

En noviembre de 1947, la Asamblea General de la ONU adoptó el Plan de Partición para Palestina. De acuerdo con esta Resolución, se establecerían dos Estados (uno árabe y uno judío) en lo que quedaba del territorio del Mandato Británico sobre Palestina. Los judíos de Palestina aceptaron la propuesta pero los árabes, apoyados por las autoridades de otros países musulmanes, la rechazaron. Los gobiernos árabes instaron a la población árabe a abandonar el territorio para facilitar la entrada de sus ejércitos. Así, se originó la primera guerra entre los países árabes y el recién creado Estado de Israel. Cientos de miles de árabes palestinos huyeron y abandonaron sus hogares, convirtiéndose en refugiados.
El primer éxodo se extendió a partir de noviembre de 1947, cuando algunos árabes prominentes y adinerados decidieron irse al extranjero.
En diciembre de 1947, la Liga Árabe se reunió en Líbano y recomendó la evacuación de mujeres, niños, ancianos y enfermos, garantizándoles refugio en países vecinos. Así mismo, el Comité Superior Árabe de Palestina declaró que la población musulmana debía abandonar sus hogares como protesta por la Resolución de la Partición, demostrando así que nunca aceptaría un Estado judío. Estos llamados tenían la intención de despejar el camino a los ejércitos árabes. Testigos, participantes y víctimas de ese éxodo dan testimonio:
"Aplastaremos el país con nuestros cañones y destruiremos todo lugar en que los judíos busquen refugio. Los árabes deberán sacar del país a sus mujeres e hijos y les darán refugio durante el peligro. Después de eso, toda Palestina será suya." Declaración del Primer Ministro de Irak (Prensa de Bagdad, 15 de marzo de 1948).
"Se convenció a los refugiados que su ausencia de Palestina no duraría mucho y que volverían después de unos pocos días o de una semana o dos. Sus dirigentes les prometieron que los ejércitos árabes destruirían rápidamente a las bandas sionistas y que no debían caer en el pánico ni temer un largo exilio". Declaración del Obispo Ortodoxo Griego Hakim de Galilea. (Diario de Beirut, 16 de agosto de 1948).
La segunda fase de la lucha y el consiguiente éxodo tuvo lugar meses después de que estallara la Guerra de Independencia en mayo de 1948 cuando 250,000 árabes optaron por salir inducidos por las promesas de los gobiernos árabes de que posteriormente regresarían a recibir parte del botín.
Durante la guerra, el Estado de Israel tuvo que repeler una invasión de los ejércitos regulares de todos los países árabes vecinos. Los invasores lograron ocupar las áreas de mayoría poblacional árabe, sin embargo fracasaron en su intento por expulsar a los judíos. El éxodo árabe resultó en 200,000 expatriados adicionales. En total, de los 700,000 árabes que habitaban en esa zona sólo 130,000 permanecieron en el nuevo Estado.
Es cierto que hubo algunos casos de violencia judía y expulsión de árabes por parte de unidades de las fuerzas armadas del Estado recién nacido, pero no hubo ninguna expulsión masiva, ni existió tampoco la intención de emprender una limpieza étnica. Según un informe de la policía británica de Haifa, fechado el 26 de abril de 1948, "los judíos hacen todo lo que pueden para convencer a la población árabe de que se quede, para que continúen con sus ocupaciones normales, para que mantengan abiertos sus negocios y para asegurarles que su existencia y sus intereses están seguros. Mientras tanto, la evacuación sigue adelante, y un gran convoy protegido por soldados (británicos) y comprendiendo un fuerte porcentaje de cristianos, salió ayer de Haifa por carretera, rumbo a Beirut. El número de participantes puede estimarse en 700 para el convoy; la evacuación por mar continúa inexorable".
A pesar de las promesas hechas, cientos de miles de refugiados permanecen en la actualidad en países árabes, sin derechos políticos, económicos o sociales, sin que se haya realizado el intento de integrarlos en los diferentes países y comunidades de la región.
A diferencia de los refugiados palestinos, los más de 800,000 refugiados judíos obligados a abandonar los países árabes a raíz del establecimiento de Israel, (siendo el número comparable al de los primeros), fueron absorbidos y rehabilitados como ciudadanos con plenos derechos dentro del recién creado Estado. Por su parte, después de la guerra y en base a lo establecido en la Declaración de Independencia de Israel, los árabes que se quedaron recibieron la ciudadanía israelí con igualdad de derechos, sin importar su religión.

MITO:
ISRAEL SE NIEGA A ACEPTAR EL RETORNO DE LOS REFUGIADOS PALESTINOS.

REALIDAD:
ISRAEL ACEPTÓ REFUGIADOS PALESTINOS, INMEDIATAMENTE DESPUÉS DE SU INDEPENDENCIA. RECIBIR REFUGIADOS 54 AÑOS DESPUÉS SERÍA AFECTAR LA DEMOGRAFÍA ISRAELÍ.

El problema de los refugiados palestinos ha sido utilizado como una poderosa herramienta política. Su abandono en campamentos, impidiendo su reasentamiento en Siria, Egipto y Líbano, perpetuó una herida abierta en las fronteras de Israel.
A lo largo de los años los Estados árabes, con excepción de Jordania, negaron a los refugiados palestinos el derecho de ciudadanía y rechazaron todas las propuestas constructivas para alcanzar una solución al problema:
En la Conferencia de Lausana de 1950, David Ben Gurión, Primer Ministro israelí ofreció repatriar 100,000 árabes. La propuesta fue rechazada.
En 1952, las negociaciones entre Siria y las Naciones Unidas sobre la reubicación de 180,000 refugiados fracasaron, ya que Siria se negó a dar solución al problema.
Los países árabes rechazaron en 1955 el Plan Johnson para la utilización coordinada de las aguas del sistema del Jordán, por parte de Líbano, Siria, Israel y Jordania, mismo que habría hecho posible reubicar a por lo menos 200,000 refugiados.
En 1959, el Secretario General de la ONU, Hammarskjold, propuso un plan para instalar a los refugiados palestinos. La propuesta se archivó por oposición árabe.
Las contribuciones de las naciones árabes a la UNRWA (Agencia de Trabajo y Ayuda de Naciones Unidas que sostiene a los refugiados) han sido mínimas, representando tan sólo el 5% del total aportado mundialmente.
Por su parte, en 1949 Israel permitió el retorno de 60,000 refugiados bajo el Plan de Reunificación Familiar. En 1950, aceptó la inmigración de 100,000 refugiados árabes y en 1952 descongeló los cupos de refugiados en las zonas fronterizas. Entre la década de los cincuenta y la de los noventa, Israel permitió el ingreso de 125,000 palestinos.
Según cifras provistas por la Organización Mundial de Judíos de Países Árabes, durante las siguientes tres décadas y media que transcurrieron después de la guerra de 1948, la contribución monetaria israelí a UNRWA superó en un 35% la contribución total de Kuwait y en un 75% la aportación egipcia. Representó más del doble de la cuota jordana, más del triple de la prestación siria y más de siete veces la contribución iraquí.
La entrada de los refugiados palestinos al Estado de Israel transformaría irrevocablemente su composición demográfica. Actualmente los judíos constituyen el 81% de la población israelí conformada por más de seis millones de habitantes. Si Israel aceptara la inmigración palestina, cientos de miles o tal vez millones de palestinos se irían a vivir a un Estado al que durante años han jurado exterminar.
La legislación israelí no impide la inmigración de personas no judías, como ha sido el caso de las provenientes de Vietnam, Filipinas, Yugoslavia y Colombia, entre otros.

MITO:
LA ACTUAL INTIFADA ES RESULTADO DE LA FRUSTRACIÓN DE LOS PALESTINOS ANTE LA FALTA DE PROGRESO EN LAS CONVERSACIONES DE PAZ Y LA VISITA DE ARIEL SHARON A LA EXPLANADA DEL MONTE DEL TEMPLO.

REALIDAD:
LA ACTUAL VIOLENCIA ES UNA CAMPAÑA QUE FUE IMPULSADA E INCENTIVADA POR EL LIDERAZGO PALESTINO.

En la conferencia de prensa en la que el entonces presidente de Estados Unidos, William Clinton, reconoció que las negociaciones de Camp David de julio de 2000 habían fracasado, destacó que Ehud Barak, entonces Primer Ministro israelí, había mostrado una "gran visión para comprender la importancia histórica del momento".
La oferta de Barak a las autoridades palestinas superaba sustancialmente todas las propuestas anteriores. Los mismos israelíes estaban asombrados de la magnitud de las concesiones ofrecidas como:
La retirada israelí del 95% de la Margen Occidental y 100% de la Franja de Gaza.
La creación de un Estado palestino en esa área.
El desmantelamiento de asentamientos aislados en la zona bajo control palestino.
La inclusión de áreas de territorio israelí dentro del Estado palestino, en compensación por el porcentaje del territorio de la Margen Occidental que sería parte de territorio israelí.
El control sobre los suburbios y aldeas palestinas de Jerusalem Oriental, incluyendo la parte de la ciudad vieja que comprende los barrios musulmanes y católicos.
A cambio, Arafat tenía que poner fin al terrorismo, declarar el "fin del conflicto", y reconocer al Estado de Israel.
El líder palestino rechazó la oferta sin sugerir ninguna propuesta alternativa ni tampoco especificó los problemas que habría que resolver.
Tras la ruptura de las negociaciones, Ehud Barak declaró sombríamente a la prensa: "A mi regreso de Camp David veo las miradas desesperadas y con pesar les digo: no hemos tenido éxito debido a que no encontramos una contraparte con quién tomar las decisiones. No hemos tenido éxito porque nuestros vecinos no han comprendido el hecho de que para lograr la paz, ambas partes debemos abandonar algunos de nuestros sueños, debemos aprender a dar y no solamente a demandar".
Cuando Arafat volvió de Camp David, fue llevado en hombros en señal de triunfo, mientras esbozaba con sus manos la "v" de la victoria, demostrando así que el fracaso de las negociaciones era realmente su meta.
Poco después comenzó la violencia. A partir de entonces se han intentado restablecer las conversaciones, pero no han tenido éxito.
La visita de Ariel Sharon fue el pretexto y no el motivo del comienzo de la violencia generada en septiembre del 2000, la cual ocurrió principalmente por dos razones:
1- La ANP tomó la decisión estratégica de promover y cultivar la violencia. Imad Al–Faleiji, Ministro de Comunicación de Palestina, confirmó, mediante un discurso el 5 de diciembre del 2000, que Arafat autorizó las preparaciones correspondientes a la Intifada inmediatamente después de que las pláticas de Camp David finalizaron: "Quienes crean que la Intifada al-Aqsa empezó como resultado de la detestable visita de Sharon a la mezquita, están equivocados... La Intifada ya estaba planeada desde que el presidente Arafat regresó de las últimas pláticas en Camp David, donde se enfrentó abiertamente al presidente Clinton y rechazó los términos americanos para un acuerdo... Arafat es el primer Presidente en decirle a América, en forma inequívoca, que rechaza sus términos, cuando aún se encontraba en el corazón de los Estados Unidos, en Washington, en Camp David".
2- Desde 1993, año en que fueron firmados los Acuerdos de Paz de Oslo, no ha cesado la incitación y la propaganda antiisraelí. Los libros de texto, la televisión y los medios de comunicación palestinos siguen transmitiendo la imagen de Israel como la del enemigo. Desde que se firmó la Declaración de Principios (1993) hasta septiembre del 2000 se perpetraron numerosos ataques suicidas.

VI. TERRORISMO

MITO:
LOS TERRORISTAS QUE LLEVAN A CABO ATAQUES EN CONTRA DE ISRAEL NO TIENEN NINGUNA RELACIÓN CON ARAFAT O EL LIDERAZGO OFICIAL DE LA AUTORIDAD NACIONAL PALESTINA (ANP).

REALIDAD:
ARAFAT HA TOLERADO Y PROMOVIDO EL TERRORISMO. VARIOS GRUPOS INCLUSO DEPENDEN DE ÉL.

El liderazgo palestino está profundamente involucrado en la generación de violencia en contra de Israel. Un gran porcentaje de los actos terroristas han sido perpetrados por grupos asociados con el liderazgo de la ANP, como las milicias Tanzim, afiliadas al Fatah, las Brigadas al-Aqsa y la Fuerza de Seguridad 17 de Arafat, quien solamente en una ocasión ha dado órdenes de cese al fuego a sus fracciones.
La ANP ha acumulado armamentos ilegales y desafiado los Acuerdos de Oslo que especifican claramente la cantidad de armas permitidas. Como evidencia, el 3 de enero del 2002, el ejército israelí descubrió que el barco Karine A transportaba más de 50 toneladas de armamento para la ANP.
El liderazgo palestino tampoco ha tomado las medidas pertinentes para arrestar a aquellos responsables de los ataques, por el contrario, ha liberado a decenas de terroristas que ya se encontraban en prisiones palestinas.
El apoyo palestino a la violencia se hace evidente en la propaganda de la prensa oficial y en los textos escolares que incluyen vastos conceptos antisemitas y antisionistas.
Estos manuales no inculcan en los niños palestinos el deseo de paz con Israel o de una solución justa para ambos pueblos. Por el contrario, niegan a Israel el derecho de existir y exaltan la lucha armada; describen los Acuerdos de Oslo como "una propuesta para llevar al Ejército de Liberación Palestina a los territorios ocupados", enfatizan la importancia del Jihad (guerra santa) y alaban al shahid (mártir asesino). Los judíos son retratados como arrogantes y traidores asesinos, y el sionismo es descrito como un movimiento racista.
Como resultado, los niños palestinos son educados en un ambiente de instigación y odio que estimula y glorifica las acciones violentas hacia Israel.
En palabras del reconocido psicólogo palestino Shafik Masalja: "En aproximadamente 10 años una generación asesina llegará a la edad adulta llena de odio y dispuesta a morir en misiones suicidas".

MITO:
ISRAEL UTILIZA UNA FUERZA EXCESIVA EN CONTRA DE LA POBLACIÓN PALESTINA, INCLUSO FRECUENTEMENTE EN CONTRA DE NIÑOS.

REALIDAD:
LAS ACCIONES DEL EJÉRCITO DE ISRAEL SON RESULTADO DE LA PASIVIDAD DE LA ANP PARA CONTROLAR LOS ATAQUES TERRORISTAS.

La mayoría de los niños palestinos que han sido lesionados estaban involucrados directamente en la confrontación violenta.
Es importante mencionar que niños y jóvenes palestinos se han mantenido activos en la ola de violencia en contra de Israel. Las escuelas son cerradas para permitir la participación de los alumnos en alborotos públicos, asisten a campamentos de entrenamiento y son constantemente incitados al odio y a la violencia a través de la programación infantil de la televisión palestina.
En la mayoría de los casos, los manifestantes lanzan "cocteles molotov", utilizan pistolas, rifles y granadas, mientras que las tropas israelíes utilizan medios diseñados para defenderse en contra de opositores violentos.
De acuerdo al Derecho Internacional y a la Ley de Conflicto Armado, al tomar parte en las hostilidades dentro del conflicto el individuo se convierte en un combatiente.

http://www.tribuna.org.mx/Medio_Oriente/medio_oriente.html#24

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